Friday, July 20, 2007

Sola

Hoy amanecí sola. Pero eso me pasa por envidiosa.

Ayer fuimos a ver a los papás del Juli, y como ya estaba muy cansada no espere a que su papá se fuera a dormir y desocupara el cuarto en el que normalmente dormimos. Estaba viendo una película así que preferí no molestarlo.

La única habitación libre era la del Juli, pero que tiene sólo una cama individual. Me acosté a la orilla dejando, según yo, el espacio suficiente para que Julián se durmiera. Me quede profundamente dormida y cuando desperté, seis horas después, me dí cuenta de que Julián no estaba.

Pero la cama no estaba tibia, lo que quería decir que ni siquiera se había acostado. Pasé por varias etapas, primero me enojé muchísmo porque Julián se había quedado dormido en otro lugar distinto al mío. La siguiente fue resignación, más por sueño que por otra cosa y la última fue el pensar en que podía ir a donde seguramente había dormido y acostarme junto a él.

Me levanté y apenas di un paso lo pisé, estaba "tirado" en el piso.

Se había quedado a dormir en el piso, con cobijas y todo. En ese momento, después del pisotón, todo mi enojo desaparecío; porque la razón que me dio -esperemos sea la verdadera- fue que cuando se iba a acostar yo estaba ocupando casi toda la cama y no quiso despertarme.

Llevamos un mes de casados y ya estoy acostumbrada a despertar junto a él. Más que acostumbrada, me gusta porque es la última persona que veo y escucho al acostarme y la primera que veo y escucho al despertarme.

Tuesday, July 10, 2007

El club de los buena gente

Que caray, he andado muy escritora este mes.

En esta ocasión lo utilizo, nuevamente, como terepia porque estoy entre enojada y como Lupita D'Alessio, decidida a que Hoy voy a cambiar.

Marianela y yo tenemos un grupo de personas en el trabajo a las que nos gusta ayudar, pero sin regalarles el dinero. Esta la vendedora de tupperware y betterware; la que vende cosméticos; la que vende comida; el que vende dulces; la que vende ropa interior y el que bolea los zapatos.

Son personas que venden estos servicios o productos para salir adelante; ayudar en su casa o aumentar un poco el sueldo que reciben aqui. Pero hay un gran problema: a veces abusan.

No es sólo el hecho que tengamos pilas de tupperware y que pensemos que lo que existe en el catálogo de betterware no sirva o de que no nos maquillemos ni comamos casi dulces o simplemente que no nos guste que la secretaria de recursos humanos sepa de qué color usamos nuestros chones.

No, hay una lista de acciones que nos hacen pensar que nos pasamos de buena gente. Una de ellas es el motivo de que yo me encuentre aqui mal redactando estas líneas.

Llegó el sr. de los dulces, Marianela pagó una alegría, unas papas que le debía y uno chicharrones que yo había elegido. En el momento en el que la operación se estaba efectuando yo tomé una llamada y cuando regresé les dijé que yo quería un chocolate y unos cacahuates; los chicharrones ya no.

Como nunca se me han dado las matemáticas el Sr. B me cobró el importe de los cacahuates y del chocolate, medio me convencio de que me había hecho un descuento por el cambio de producto, de chicharrones a cacahuates.

Salí un momento de mi oficina mientras masticaba por qué había tenido que pagar los cacahuates puesto que Mariela pagó los chicharrones. Regresé y le pregunté si ella ya había pagado. Regresamos al Sr. y todavía se hizo el ofendido porque a mi me había dado el descuentazo de la diferencia de precios.

Total que no lo convencimos, y fue lo peor porque aunque nos haya regresado nuestro dinero que al final no importa, se ofendió. Es decir, abuso de mi falta de habilidad matemática y financiera y todavía se hace el loquito cuando se le reclama. Faltaba más sobraba menos.

En ese momento caimos en la cuenta de cuánto han abusado de nosotras, la Sra. del tupper que nos enteramos que no gana tan mal y nos pide dinero y no nos paga, la de la ropa interior que no nos trae nuestros pedidos pero tampoco nos regresa el dinero, el que se le paga un artículo por adelantado y finge que ya lo tiene pero que no ha podido llevarlo a su destino y no recuerdo más pero por ahí debe haber.

Ya no me enojo y mejor me río, no me queda de otra...hoy voy a cambiar e intentaré comprar sólo lo que necesite

La boda


Se despertó muy nerviosa, la definición más adecuada sería ansiosa. Lo único que quería era que los minutos corrieran aunque se tropezaran con las horas y los segundos, con tal de que llegara la tan esperada hora.

Cuando se levantó ya estaban todas sus tías arreglando vestidos y tratando de terminar todos los detalles faltantes. Parecía que estaba en la película de My Big Fat Greek Wedding (Casarse está en Griego). Muchas mujeres poniendose guapas mientras los segundos, minutos y horas estaban corriendo en un maratón.

Cuando se dio cuenta era hora de ir a recoger su ramo. Iba tratando de conservar la calma de su papá y no hacerlo explotar en una crísis nerviosa sólo porque se puso el alto y el coche de adelante no tenía tanta prisa como él. Llegaron a la florería y el florero -es decir la persona que hace los ramos- le entregó un ramo completamente distinto al que había acordado, y no porque no estuviera claramente estipulado que tendría tulipanes blancos . Sino porque no se parecía al de la foto.

Tenía un debate emocional, llevarse el ramo tal cual aunque pareciera que sólo tomó unas gladiolas y nubes o discutir con el florero para obtener que rehiciera el ramo con el riesgo de que su papá se bajara del coche con toda el estrés que parecía no poder manejar e intentara - porque nadie puede asegurar que lo lograría- golpear al pobre hombre.

Se decidió reclamar, al fin y al cabo iba también lista para entrar a la batalla y ya le había echado el ojo a un florero que podía romperle en la cabeza. Por suerte el hombre notó los pensamientos asesinos que pasaban por la cabeza de la novia neurótica, que en ese momento era, y lo redecoró con rosas blancas, y casablancas.

Tan sólo piso su casa dejar el ramo y dejar instrucciones que más tarde se enteró que nadie entendio o si las entendieron no le dieron importancia y corrió al salon de belleza de donde más de cuatro horas después -sí cuatro largas y dolorosas horas- saldría radiante, o al menos ella se sentía así.

Y digo largas por lo dolorosas, no porque la relatividad hubiera fallado y las horas duraran lo normal en ese momento en que estaba nerviosa porque no había probado bocado desde el desayuno y no llegaría a tiempo a la iglesia terminando por deshacerle los nervios al Juli.

El peinado terminó por no parecerse al que había pedido, siempre le pasa. Después el maquillaje, recostada en una silla bastante incómoda, levantando el cuello para el lado derecho y haciendo la cabeza hacia atrás y a la izquierda. Recibiendo en su rostro el montón de productos de los que no conoce el nombre ni función.

Mientras la maquillaban trataba de mantener el control de la situación, su mejor amigo iba a pasar por ella y no había llegado y ya eran las cinco (ya después se dio cuenta de lo loca que andaba porque la misa era a las siete). Lo llamaba, llamaba a su casa, lo volvía a llamar. Gracias a Dios es un amigo verdadero y no la mandó mucho muy lejos a ella y su ansiedad.

Por fin salió, 5.15 pm

Llegó a su casa, pidio que le dieran de comer a su amigo, que ya tenía 10 minutos de haber llegado. Y corrió a vestirse, ahora sí para dejarse puesto su vestido por horas. Su mamá y su hermana la ayudaron y dieron las puntadas faltantes a su ajuar.

Se miro en el espejo y se dio cuenta de que el instante que había planeado durante prácticamente toda su vida había llegado. Estaba envuelta en tul, con una tiara en la cabeza y una sonrisa de tonta que no se le ha borrado -y quizá ya nunca se borre-.

Tal vez la descripción anterior no permita que se pueda imaginar que se veía bonita y más bien llega a nuestra cabeza un niño Dios en un día de la Candelaria; pero era una novia muy feliz y ni aunque hubiera sido un auténtico pastel escurrido se habría borrado esa felicidad.

Escribo esto en tercera persona para darme un pretexto de contar la historia con todos sus detalles . Quizá si la contara en primera persona tendría que ocultar mi emoción.

Monday, July 09, 2007

Achtung

Cuando miro mi blog me doy cuenta que es un reflejo de mi cabecita y mis pensamientos . No sigo una secuencia lógica en mis entradas, hablo de todo y de nada a la vez. Tengo días planeando escribir sobre La boda, y no me ha dado tiempo de pensar bien qué quiero decir (porque no hago un borrador previo).

La introducción fue sólo para dar a entender que no hablaré sobre nada personal en esta ocasión, le pasó a un amigo de un amigo (y esta vez sí es real).

Hace unos meses Abel iba hacia el hospital porque tenía un dolor que le estaba dando lata desde varios días atrás, cuando chocó. Fue a revisión y regresó a su casa. Su hermana horas más tarde tuvo que llevarlo nuevamente al hospital porque tenía una hemorragía.

El diagnóstico fue cáncer, y desde entonces ha estado entre médicos y estancias en hospitales cada vez, según me cuentan, más débil.

Hasta aqui la historía me asustó, Abel es una persona de no más de treinta años, estudiante de doctorado con una vida aparentemente sana. Muchas de las personas que yo conozco tienen esta apariencia y el pensar que la juventud no es sinónimo de salud me da miedo.

Pero Abel tenía más detrás de él. El viernes nos enteramos que tiene sida. Cáncer y SIDA, debe ser muy difícil para una persona lidiar con esas dos enfermedades que de solo escucharlas nos recorre un escalofrío por todo el cuerpo.

Abel fue muy cruel e irresponsable, él sabía que tenía SIDA e hizo su vida normal, sin tomar las precauciones necesarias para no contagiar a alguien más con la enfermedad. Con todas sus letras, tenía relaciones sexuales sin protección.

La cuestión para una persona como yo -bastante conservadora al menos en lo que a variedad de parejas respecta- es realmente alarmante, no tenía una sola pareja y era bisexual.

Cuando las personas con quienes tuvo relaciones se enteraron de lo que les había hecho obviamente se enojaron. Su mejor amiga lo perdonó -creo que no hubiera podido hacerlo de no ser porque las pruebas reflejaron que ella no está infectada de SIDA-

Es doloroso ver como una persona tiene ese nivel de egoísmo, como se suicida lentamente y busca arrastrar con él a quien pueda; sin importarle siquiera si es su mejor amiga.

Se los cuento para que tomen de la historia la moraleja que para ustedes aplique mejor. A mi me deja pensando en si no podemos confiar en nadie, ni en nuetro mejor amigo. Sé, y no quiero por esta historia cambiar, que tengo mis deditos de una mano llenos con personas en las que puedo confiar enteramente... pero aún así trataré de no olvidarla.

Por Abel, ojalá Dios pueda perdonarlo, y le permita vivir en paz.

Friday, July 06, 2007

Así será mi vida de casada...


Thursday, July 05, 2007

Si el hombre pudiera decir lo que ama


Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.

Tú justificas mi existencia: si no te conozco, no he vivido; si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.

Luis Cernuda