Tuesday, December 12, 2006

Si no, me ganan


Este fin de semana mi mejor amiga y yo nos fuimos de pinta. Lo extraño es que cada quién "jaló para su lado" y pienso que fue más gratificante lo que hizo ella.
Somos parte de una hermosa asociación que se dedica a tratar de ayudar a niños de las regiones más pobres del país (apadrina un niño) que este fin de semana organizó un festival de fin de año para que los padrinos convivieran con niños de las comunidades beneficiadas.
El año pasado tuve la oportunidad de asistir a uno de estos festivales y ves lo que estás acostumbrado a evitar: la pobreza en la que gran parte del país está sumergida.
El festival consiste en que ciertos patrocinadores regalan juguetes y algunas golosinas y voluntarios van a una comunidad en condiciones de marginación y organizan juegos y actividades de salud para los niños. Los niños compiten por ganar dulces o una pelota.
Marianela decidió asistir al festival de este año y estuvo a cargo de un juego, en donde los niños tenían que correr de un lado a otro. En la segunda vuelta vió a un niño correr sin zapatos, brincando entre charcos y lodo y se acercó a preguntarle por qué no traía puestos sus zapatitos a lo que él respondió con apuración -es que se me rompió mi huarache, y si no corro me ganan el premio- y sin prestarle mucha atención siguió compitiendo. Marianela tomó sus pequeños huaraches y vió que uno estaba amarrado con un lazo y el otro efectivamente no había dado más.
Ellos no desean lo que nosotros deseamos de niños. Sólo quieren la oportunidad de jugar en vez de trabajar y tener entre sus manos un juguete nuevo; sin importar si es mattel o "nettel"
Tan sólo de recordar la emoción y ansiedad que sentía por ver lo que los reyes magos me había traído, el olor a nuevo, la idea de los nombres que tendría que poner, el jugar por primera vez con mi bicicleta nueva me hacen sentirlo afortunada que he sido y el deber de cooperar, aunque sea con un granito de arena para agradecer las bendiciones que he recibido hasta el día de hoy.



1 comment:

Anonymous said...

Fue muy grato participar, en verdad. Honestamente yo quería llorar, no de tristeza, sino por la impotencia que te causa el saber que sin importar cuanto hagas tal vez jamás será suficiente... pero tendrá que serlo...