Friday, May 25, 2007

Memoria

Estoy muy enojada porque perdi mi memoria. Supongo existen personas que se sentirían satisfechas que de pronto no tienen memoria y poder comenzar todo nuevamente. Quizá en esta ocasión se reirian más de si mismos, brincarían en los charcos y definitivamente comerían el doble de chocolate, al fin y al cabo no pueden recordar si eran muy tímidos, se resfriaban fácilmente y tenían problemas con el consumo de azúcar.

Lo malo en mi caso es que la memoria que perdí no es esa que nos ata a seguir siendo como somos y continuar con nuestra vida con el respaldo de conocimientos y experiencias que permiten dirigir nuestro camino.

No, la memoria que perdí fue mi memoria usb; y me enoja tener que decir perdi porque eso sólo sirve para empeorar la imagen que el mundo tiene de mi: una distraida mujer que nunca presta atención a lo que hace o dice y vaga por el mundo como un alma en pena. Que no puede conservar nada, ni en la cabeza, ni en sus manos.

El perder toda la información de mi escuela, trabajo, fotografías de Julián y mías, lista de invitados a La Boda, control de gastos me pone muy de malas, mucho muchísimo. Quiero suponer que me pondría igual de malas en cualquier momento de mi vida y que no estoy más irritable por La Boda.

Es extraño que buena terapia es escribir; mientras intentaba hacer el recuento de todo lo que perdí, analicé la situación. Quizá sí está en mi casa como insisten en recomendarme buscar, tal vez lo que perdí fue la memoria de lo que hice durante la tarde y noche de ayer y durante ese intervalo la saqué de su lugar habitual, la use, la coloqué en un escondite adecuado y después me dormí.

Además de todo tengo copias. Lo único que verdaderamente me molesta pensar es que la última vez que la recuerdo estaba en mis manos que se dirigían a colocarla en mi escritorio. De ahí todo es borroso y confuso, pero sí la dejé en mi escritorio por qué no está aqui hoy.

En fin, me relajo y acaricio mis orejas, la vida tiene que continuar aunque no tenga memoria

Wednesday, May 16, 2007

Voy a soy papá


La vida te da sorpresas, algunas muy gratas otras no tanto y otras de plano son de esas sopresas que prefieres le toquen al de al lado y no a ti.

El sábado ibamos llegando el Juli y yo a casa de mis papás y estabamos saludando cuando sin ningún preámbulo me pregunta mi hermano si recordaba a su amigo Trick y sin esperar respuesta me dice, que se acababa de enterar que era papá.

Pues sí, ese muchacho la noche anterior había salido a un bar con mi hermano y disfrutaba de la vida y de su libertad. El sábado por la mañana su novia le llamó para avisarle que estaba en el hospital porque habían comenzado las cotracciones.

Contracciones, me imagino que corazón de Trick al escuchar esa palabra se fue directo al estómago, y la lengua se salió de su boca y se extendio hasta el suelo. Como de caricatura.

Como pudo se vistió y se dirigio al hospital en donde tres horas después nacería su hija. Travieza la criaturita porque cuando menos pudo hacer que el trabajo de parto durara un par de hoas más mientras Trick vendía todo lo vendible y se acostumbraba a la difícil idea de ser papá. Mi hermana tuvo un trabajo de parto larguísimo, fueron aproximadamente 20 horas, 20 horas valiosísimas para asimilar la noticia.

Varias dudas me surgen ante este hecho. La primera es dónde fregados se escondio la niña, como para que su papá no se diera cuenta de su existencia. La segunda tiene que ver con lo anterior; y es si el papá será tan distraido, por no decir otra cosa, que no se dio cuenta del aumento de peso de su novia. La tercera, que supongo es la que más le atormenta, es la razón por la que su novia lo ocultó.

Monday, May 07, 2007

Cumpliendo una promesa



Erase una vez en un país muy, muy lejano una bella princesa, quizá no tan bella ni tan princesa aunque desciende directamente de Ana del Real, que se enamoró de un principe encantador, que tampoco tiene la sangre tan azul como se esperaría, pero de que es encantador no hay duda.

Alguna vez, antes de que se tuvieran que separar por sus reales ocupaciones, él la llevo a una bella terraza del castillo que les servía como escuela. Ahí, la rodeo con sus brazos y le pidio que mirara al horizonte y le respondiera si alcanzaba a ver dónde terminaba el cielo; ella, extrañada, le respondio que no. Él lentamente se acercó a ella y mirándola a los ojos le dijo que así era su amor, tan grande que aunque supieramos que tenía un final no lo podríamos alcanzar jamás.

Ella, como toda bella princesa, comenzó a llorar mientras él le pedía que estuvieran juntos por el resto de sus vidas, que por favor aceptara ser su esposa y aunque no podía ofrecerle un castillo o palacio ni un reino, sería la dueña de su amor y vida. La bella princesa lo beso y le respondió que sí, que lo amaba muchísimo, que su amor llenaba su vida y su corazón y no concebía la vida sin el... o quizá sólo lo besó y le dijo un simple y sencillo te amo que resumía todo lo que pensó decir.

Pero, siempre hay un pero, como aún no terminaban sus reales estudios ni tenían dinero para comprar un castillo, de 60 metros cuadrados, tuvieron que esperar y hace un año mientras celebraban su aniversario tomando un café él le mostró un regalo que traía para ella: una caja de chicles. Como ella no había comido dulces antes del café no pudo soportar las ganas de comer uno de los chicles de las chicas super poderosas y abrio la caja, que no traía chicles, sino un anillo de compromiso, el mismo que 30 años atrás su papá le había regalado a su mamá.

Como pocas veces en su vida, se quedo callada y, otra vez, un sencillo te amo salio de su boca.

El sabado pasado se casaron, la mitad de lo casados que pueden estar y en unas cuantas semanas se casaran ante Dios para cumplir con la promesa que hace más de seis años se hicieron en la terraza de un castillo (o tal vez fue en un salón vacío de su escuela)