Tuesday, March 25, 2008

La vida después de los 26

Luna que se quiebra sobre la tiniebla de mi soledad

Hoy, como desde hace 26 años, estoy celebrando mi cumpleaños. Aún no me cuesta trabajo decir mi edad, y creo fervientemente que nunca me dará pena.

Hace unos meses conocimos a una viejecita y mi papá, mi siempre indiscreto papá, le preguntó su edad. Ella, sin ningún tapujo, le respondio que 81, bueno, corrijió, acababa de cumplir 80 el mes anterior, pero a sus años prefería contar adelantada.

Yo, como ella, soy una persona que ansía su cumpleaños. Desde que era pequeña en cuanto el calendario se cambiaba de febrero a marzo, yo comenzaba con las celebraciones de mi cumpleaños. A todo aquel al que le interesaba, incluso aunque no, le recordaba la fecha que se acercaba.

Pero este año, por alguna extraña fuerza, no prendí los reflectores hacia mi, ni activé la alarma de mi cumpleaños y dejé que las personas olvidarán él. Creo que escuché a un angelito pidiéndome les diera vacaciones de mi, después de tanta atención que recibí el año pasado con la boda. O quizás fue mi diablito que me aconsejo que dejara que solitos se acordaran de mi cumpleaños.

¿Será acaso que quiero madurar?

Seguramente ustedes, igual que la mayoría de las personas, ocupan una fecha en particular para hacer un balance, para detener un momento el reloj -que en realidad nunca podremos detener- y girar para observar lo que hemos construido hasta ese punto.

Es el momento en que todo lo que he dicho, hecho y pensado golpea contra mi cuerpo cuando me detengo y puedo verlos pasar como un ventarrón que lleva en él todo lo que es mi vida. Lo observo con el corazón agitado sin saber exactamente por qué. Me arrastra a pesar de que no quiero.

Puedo intentar ser una nueva mujer cada semana, cada mes. Pero en realidad nunca lo logro. Y hoy, a pesar de que sé que es una oportunidad para comenzar de nuevo no quiero hacerlo. Y la simple y sencilla razón es que lo que he recorrido ha valido la pena.

Decir el tigre es decir los tigres que lo engendraron, los ciervos y tortugas que devoró, el pasto de que se alimentaron los ciervos, la tierra que fue madre del pasto, el cielo que dio luz a la tierra.

Entiendo, soy lo que vivi, lo que dije, hice y pensé. Lo importante es saber que todo lo que hago tiene un eco (ando muy violadora de derechos de autor) y que diga lo que diga, haga lo que haga y piense lo que piense, será responsabilidad mía y de nadie más.

El ser mejor persona depende de mí, y construir y realizar los más elaborados sueños estará en mis manos. Saber también, que tocaré con mi vida algunas más y seré parte de ese gran ventarrón que pasa cerca de ellos cuando deciden hacer un corte de caja.

Hoy es mi oportunidad y agradezco a Dios vivir un día más, no importa si es aniversario o no, tengo esa dicha de estar viva y poder ser feliz.

Sí, decididamente es un paso hacia la madurez. Pero como la madurez y yo no nos llevamos bien del todo, aquí dejo este recordatorio -sutil, pero recordatorio-, de que no cambio y amo los regalos y la atención.

1 comment:

Anonymous said...

Hola Chapsy! ¿Que se siente tener ya casi 30? Wowwww Mira que rapido pasa el tiempo te conoci hace como mmmm bueno tenias como 20 años mas o menos a lo mejor menos, pero pues ya casi pasa una decada desde ese dia. En fin... que chido ha sido compartir con Usted grandes momentos de su vida, desde la escuela, pasando por su boda, hoy y hasta que Dios lo permita. Muchas Felicidades.